viernes, 6 de mayo de 2011

Louise Bourgeois: El Retorno de lo reprimido

 La muestra vincula a la notable artista con algunos de los conceptos más importantes del psicoanálisis

La notable y arquetípica araña Mamán (Mamá) en el espacio pùblico de la Fundación Proa (La Boca)
Foto: Periódico Conexiòn 2000 Arte y Cultura
La Exhibición inaugurada en Fundación Poa, en La Boca, el 19 de Marzo pasado, presenta por primera vez en la Argentina un panorama completo a través de 86 obras – dibujos, objetos, pinturas, esculturas e instalaciones – de la artista franco-norteamericana Louise Bourgeois, nacida en París en 1911 y fallecida recientemente, a los 98 años en Nueva York.

Curada por Philip Larratt Smith y organizada por el Studio Louise Bourgeois de Nueva York, el instituto Tomie OHtake de San Pablo y la Fundación Proa, la muestra vincula la obra de la artista con algunos de los conceptos más importantes del psicoanálisis. En palabras del curador el modo en el que la artista encuentra “equivalentes plásticos” de “estados psicológicos”. Todas las obras han sido elegidas para destacar la persistente presencia del psicoanálisis como fuerza inspiradora y espacio de exploración en su vida y obra”

Fantasma del padre, ecos de la infancia, imaginario autobiográfico , el ser madre, la histeria, ejes, temas, reflexiones, escritos presentes en la exhibición que abarca 60 años de producción artística, en un recorrido integral de una las artistas más destacadas, inclasificables y notables del siglo.

Género y representación fálica. Lo fisiológico. La dimensión onírica y el inconsciente. Oscilantes los trabajos de Louise Bourgeois no persiguen una geometría única ni se adaptan al realismo. Por el contrario, activan un vocabulario personal y persiguen una función emotiva. “Mi trabajo es ocuparme del dolor”, escribe la artista.

La monumental y emblemática araña Mamam (1999) prologa la exhibición. Gigante en su amenaza. Enorme en su protección. Instalada en el espacio público, Proa ubica una obra capital de Louis Bourgeois, como oportunamente hicieran Londres, Tokio y París.













Valentín. . . El boquense más querido

Foto: Periódico Conexión 2000 Arte y Cultura
Personajes de La Boca
EL BOQUENSE MÁS QUERIDO
Se llama Valentín,  y desde hace más de 4 décadas vive en las calles del barrio, siempre en las inmediaciones del Club Boca Juniors. Cosecha el cariño de la gente y puede decirse sin lugar a dudas que es uno de los personajes más queridos de La Boca.

Por Norma Rosa Torello y Martin E. Scotto
No es precisamente un intelectual ni un hombre de la cultura, de la religión, del deporte o la política. No ha pintado cuadros, compuesto tangos, escrito libros, aparecido en TV ni mucho menos metido goles. Nunca fue candidato a nada, sin embargo es más querido y respetado que cualquier otro de los vecinos contemporáneos de La Boca.

Nadie conoce a ciencia cierta su nombre, cuantos años tiene o donde ha nacido. Solo se sabe que se llama Valentín y hace más de 40 años que vive en La Boca de manera itinerante.

Su presencia se remonta a la década del ´70, cuando comenzó a recorrer el barrio con su carrito a cuestas. Todo lo que se sabe y comenta es producto del rumor, estando su vida misma envuelta en esa especie de realismo mágico digno de un personaje de las novelas de Gabriel García Márquez.

Juan Carlos Monzón, escribía en julio del año 2000 una suerte de homenaje a Valentín en la Revista La Boca en el Siglo XXI que dirigía la Sra. Martha Orengo: “Mucho nos costó saber algunas anécdotas sobre él. Algunas de las personas que más cerca lo trataron, dijeron que este hombre provenía de una familia de nivel económico acomodado de la Isla Maciel. El con su deficiencia mental a cuestas se fue de la casa infinidades de veces, su familia trató de que volviera con ellos al hogar que un día había abandonado. En muchas ocasiones lograron que lo hiciera, pero luego de estar una o dos semanas volvía al barrio de sus amores a caminar sus calles, dormir y comer donde podía”.

“Cuentan que allá por los años70, en la Calle Brandsen y las vías, frente al estadio había una casilla del guardabarreras que estaba clausurado y cerrado con candados, algunos vecinos que conocían a Valentín y que lo apreciaban por su simpatía y forma de ser , desbloquearon la entrada de la casilla para que el tuviera un lugar para vivir, en esa época le permitían que se bañara en las instalaciones del club le daban ropa limpia, saco, corbata y hasta lo llevaban a ver una película de su gusto al entonces Cine Olavarría donde por supuesto no le cobraban la entrada ...”

Valentín vivió así durante muchos años. Un poco de la caridad ajena y otro poco de los familiares que cada tanto lograban ubicarlo para llevárselo por unos días, y devolverlo renovado en su aspecto: bañado, afeitado y con la ropa limpia.

Fue durante los primeros meses del año 2000 que Valentín desapareció de las calles y una versión esparcida rápidamente daba cuentas que había fallecido. Algunos hablaban de un asesinato a manos de otro linyera. Se dijo que había agonizado en el Argerich por las heridas del golpe de una botella. Fue comentario en las mesas de los bares, en las tertulias de peluquería, en la puerta de las escuelas, y en las esquinas. Hay quienes dicen incluso que se hizo una misa en su nombre. Durante semanas y meses, todos lamentaron la partida del “amigo” al que solían ver deambulando con su carrito por las calles junto a una vieja muñeca y una radio portátil a todo volumen como sus únicas compañías.

La nota de Juan Carlos Monzón, motivada por la versión de la muerte de Valentín lo recordaba de esta forma: “Lo que si sabemos es que ya no lo veremos recorrer el barrio, vestido de camiseta de Boca, llevando una radio pegada a los oídos escuchando todos los partidos con una mano, y con la otra empujando un cochecito de bebe, con un muñeco en su interior también vestido con los colores preferidos el azul y oro, gritando los goles de Boca y cantando con su voz grave y a veces ronca... ¡TIN,TIN,TIN ....GOL DE VALENTIN !!!”.

Una noche hacia fines del 2000, y cuando todos lo creían muerto, los comensales del restaurante “El Argentino” ubicado en Brown y Villafañe no pudieron contener sus gritos cuando vieron pasar a Valentín a través de sus ventanas. Hubo aplausos, vítores y el ambiente se transformó repentinamente en una celebración colectiva. No era para menos. Había reaparecido Valentín y estaba parado exactamente en la esquina. Esa noche Valentín fue el invitado de Honor y hasta hubo brindis con sidra.

Desde el milagro de su reaparición, Valentín se ha transformado más que nunca en un personaje entrañable para los boquenses. Es una persona sana de espíritu que no conoce de vicios y jamás ha hecho mal a nadie. Ha elegido la calle como su hogar, pero no cualquiera, sino la del barrio del Club de sus amores. Y aunque en algunas breves épocas se haya hecho hincha de otros clubes por los magros resultados de Boca, eso engrandece su leyenda llena de anécdotas e historias.

Valentín ya debe andar por los 70 años y ha ido envejeciendo como todos, desde el momento de su aparición hace 4 décadas en La Boca. Lleva a cuestas algunos problemas de salud de la edad y desde hace un tiempo, se ha instalado en la esquina de Brandsen e Iberlucea al resguardó de las tribunas de la cancha. No hay un solo boquense de ley que no pueda contar una anécdota junto a él, y de ese cariño y afecto del barrio espera seguir viviendo, porque La Boca y Boca son sus pasiones y vida.


Declaran Monumento Histórico Nacional al Museo Benito Quinquela Martín

Foto: Periódico Conexión 2000 Arte y Cultura
Por Norma Rosa  Torello*
Con su paso por la historia, Benito Quinquela Martín convirtió estos 100 metros de La Boca en un centro cultural, educativo y de asistencia a la salud. El edificio conserva su estilo original “Art-Deco”, muy de moda en los años 30.
Situado en Pedro de Mendoza 1835, Este edificio símbolo del barrio de La Boca fue declarado Monumento Histórico Nacional. Allí funciona el Museo de Bellas Artes de La Boca y Artistas Argentinos “Don Benito Quinquela Martín” y dos escuelas.
En declaraciones al programa de radio “Conexión en el aire”*, 15 comunas, una ciudad, (www.radiografica.org.ar)   la Directora del Museo, Lic. María Sabato comentó que “La declaración de Monumento Histórico es muy importante porque aumenta el grado de protección al símbolo de su obra y todo lo que Quinquela le dio al barrio”.
Es para destacar la labor que realiza la Dirección del Museo que para continuar con los propósitos pedagógicos y objetivos de creación que motivaron a Quinquela Martín a la donación fundacional: "Llegar al pueblo por conducto del arte y elevar al niño al conocimiento inicial de la belleza".
La construcción del complejo en el predio donado por el artista, quien vivió allí,  comenzó en 1936 y llevó 50 años terminar de construirlo. Por su expresa voluntad se destinó para que se construyera el Museo, un lactario, un hospital odontológico, una escuela primaria, una escuela de artes gráficas y un Teatro, el hoy Teatro de La Ribera.
Quinquela fue un precursor y demuestra su obra como artista y ser humano,  que anhelaba la transformación de su barrio, el que lo vio crecer en distintas perspectivas,  pensó en escuelas, generó belleza, como vehículo de superación y mayor consciencia para esos  inmigrantes sacrificados y tantas veces castigados por las  inundaciones con sus consecuencias adversas,   y a través de su arte contó la historia de un tiempo de la Boca, que se ve reflejado en el puerto gris de aquel entonces, al que supo colorear y dar vida con la impronta de su genio creador. Desde su inteligente perspectiva consideró que  el arte es una cuestión de todos y para todos. Aquí en este rincón del mundo, quedó su legado, que no morirá nunca. .  .Para los boquenses su huella por esta tierra es imborrable. . .
*Conexión en el aire, FM 89.3 Radio Gráfica www.radiografica.org.ar Jueves 22.00 hs.