jueves, 31 de mayo de 2018

PRECURSORES EN EL ARTE BOQUENSE AMÉRICO BONETTI, FRANCISCO CAFFERATA


DISTRITO DE LAS ARTES
PRECURSORES EN EL ARTE BOQUENSE
AMÉRICO BONETTI         FRANCISCO CAFFERATA
HIJOS DEL TORMENTO
                                                               Por Norma Rosa Torello*

El arte boquense florece de la mano del río y su puerto. Esta conjunción fue construyendo una identidad cultural inseparable en la pequeña aldea portuaria, alejada de la gran ciudad, como lo fue en sus inicios “La Boca del Riachuelo”. Américo Bonetti y Francisco Cafferata, dejaron un legado artístico notable.  Ambos tuvieron una corta vida, inacabada por decisión propia.

AMÉRICO BONETTI.  Ángel, madera policromada, 116 x 52 x 30 cm, 1889.  
IMPULSO CREATIVO Y DECISIONES EXTREMAS

Para algunos el proceso creativo transforma la esencia del ser en sinónimo de bienaventuranza y gloria, dando más vida a la propia vida. Para estas almas el arte se hermana con la belleza, cualidad que se trasunta en su alma.
Considero oportuno aclarar al lector, la necesidad  de diferenciar en este artículo que para algunos el  hecho artístico es un camino componedor, hito de construcciones escalonadas, más allá de lo sinuoso y desafiante que pueda ser este sendero, tal el caso del maestro Benito Quinquela Martín, un hombre con una capacidad de resiliencia inagotable ante el infortunio e imponderables que presenta el destino.    En tanto que para otros seres, artistas significativos, afamados, conocidos y reconocidos, el arte es sinónimo de agobio, calvario, casi un suplicio o una condena, como ejemplo en el campo de las letras, Artaud, o el gran filósofo  Friedrich Nietzsche con su “Dios ha muerto”.
Tanto en las artes plásticas como en la literatura, esta dualidad se hace presente, como el día y la noche, el sol y la luna.   Me pregunto: ¿Cuál es  su causa raíz? Un verdadero dilema en sí mismo.¿ El punto focal lo encontraremos ahondando en las profundidades de la psique humana?.  Una serie de factores que confluyen en el seno del alma, sumado a como cada ser reacciona frente al estímulo que le provoque su gravitación ambiental podría ser para mí una respuesta posible.  
Hay componentes determinados en una persona donde de una misma situación, evento, problema o circunstancia pueda verse una luz que alumbre la adversidad y así salir victorioso de ella, o quedarse en el lado sombrío, el conocido, simbolizado por el mito de la caverna de Platón, donde todos viven en la obscuridad, hasta que alguien ve la luz, encuentra el camino pero  el miedo no los deja acercarse a ella.
Hoy los barrios de La Boca, Barracas y San Telmo conforman el Distrito de las Artes.
Ayer si bien no tenía ese nombre, el arte hacía historia, en esta pequeña aldea que fue La Boca del Riachuelo.
Por este motivo, para Conexión 2000, es relevante presentar a los precursores del arte en la zona ribereña. Se trata de rescatar el amanecer de nuestra identidad. Y de este modo, pensar en conjunto, que no habría lugar mejor en esta ciudad, forjadora de verdaderos artistas, que estas barriadas sureñas, para conformar el  Distrito de las Artes.

AMÉRICO BONETTI
Escultor, pertenece a la generación de iniciadores y elaboradores de las básicas estructuras artísticas. Nace en La Boca, en el seno de una familia suiza,  un 8 de junio de 1865.
Su casa natal se levantaba en Australia 740. Su padre fue un hábil tallista  y en su taller de ebanistería se forma como tallador y escultor, al tiempo que recibe enseñanzas elementales del oficio en el taller de Francisco Parodi.
Contemporáneo de los escultores argentinos Lucio Correa Morales y Francisco Cafferata, desarrolla su trabajo principalmente en el barrio de La Boca. Tenía un espíritu curioso y andariego, que lo impulsaba a la aventura  por eso  se traslada hasta el norte del país, donde realiza tallas de madera con motivos de animales autóctonos y personajes de la zona.
Realizó un largo viaje a Europa y regresó con mayor  experiencia sobre su arte que pulió su natural virtuosismo.
Fue profesor del colegio Industrial de Buenos Aires y Secretario de la Escuela de Bellas Artes de la capital. Perteneció al Ateneo de Buenos Aires y en 1908 se le designó como miembro de la Junta organizadora del Congreso de Artes, Letras y Ciencias Morales. Expuso en 1892 en Génova y en 1894 en Chicago.
En 1910, obtuvo el primer premio con un conjunto escultórico de flores en la Exposición Internacional de Arte del Centenario, de Buenos Aires.
 A su regreso, realiza esculturas religiosas entre las que se destacan las imágenes de Cristo y de San Juan destinadas respectivamente, a las iglesias de San Pedro y San Juan Evangelista, ambas ubicadas en el barrio de La Boca.
José León Pagano, crítico de arte, que a partir de 1905 comienza su labor en el diario “La Nación señala:  que al desaparecer Francisco Cafferata, en 1890, Bonetti queda “[…] relegado a la zona decorativa, un tanto vaga entonces […]” y que, en ese momento, toda la escultura nacional gira en torno a un solo nombre, el de Correa Morales ya que “[…] no quedaba en el país otro argentino a quien pudieran llegar los efluvios del criollismo [...]”.

MASCARONES DE PROA
Sin lugar a dudas, las primeras expresiones artísticas del barrio fueron los mascarones de proa que poblaron el Riachuelo.
El mascarón de proa es una figura decorativa generalmente tallada en madera y ornamentada o pintada que llevaban antiguamente los buques en la parte alta del tajamar, según la jerarquía de la embarcación que engalanaba. Su uso fue muy generalizado entre los siglos XVI al XIX en los galeones que surcaron los mares.



COLECCIÓN DE MASCARONES DE PROA DE QUINQUELA. IDENTIDAD DE LOS BARCOS

En la Sala Américo Bonetti se exponen piezas que fueron utilizadas como diseños escultóricos en las proas de las naves. Estos objetos con el tiempo devinieron en obras de arte que fueron coleccionadas por Quinquela Martín y testimonian la realidad del Barrio de La Boca de mediados y fines del siglo XIX. Si bien no se puede precisar la fecha en la que comenzó a recolectarlos, al momento de inaugurarse el Museo, ya tenía un número importante que fue acrecentándose con posteriores donaciones.
La producción de estos diseños pictóricos o escultóricos se remonta a una tradición ancestral, prácticamente desde los inicios de la navegación. De acuerdo con la época, fueron muchos los motivos que se utilizaron para ser representados. Predominaban, entre otros, temas relacionados con seres mitológicos, imágenes canónicas, figuras exóticas, retratos de gobernantes o escudos y emblemas.
En el caso de las piezas que se conservan en el Museo, las obras testimonian la realidad del Barrio de La Boca en los tiempos en que éste funcionaba como puerto natural de la Ciudad hasta principios de Siglo XX, para convertirse luego, en el principal centro de construcción naval del país y puerto mercante de Buenos Aires.
Otras obras que pertenecen a la colección, incluyen en el tradicional repertorio temático los retratos de familiares o del mismo dueño del barco, ya que las tallas que se exhiben corresponden en su mayoría a naves comerciales del S. XIX.



LOS MASCARONES DE PROA
DE AMÉRICO BONETTI
Actualmente, en la sala que lleva su nombre en el Museo de Bellas Artes de La Boca, se exhiben la colección de mascarones de proa rescatados por Quinquela de los antiguos desarmaderos de barcos. Dos de ellos son de Bonetti  y han sido restaurados. Se trata de El ángel de la trompeta (1889) y Pailebot Greca Latina (1887).
Américo Bonetti fallece tempranamente,  en Quilmes, provincia de Buenos Aires el 6 de octubre de 1931.
Antonio Bucich, el gran historiador de La Boca señala sobre el artista: “Américo Bonetti es uno de los precursores del arte de los boquenses. Porque algo singular se produce en este casi imperceptible punto de la geografía litoral metropolitana, en los aledaños de la ciudad de Buenos Aires, como lo fue el  territorio boquense. No había mucha población en ella por ese entonces. Más si puede decirse que tenía una población homogénea, de solidarios sufrimientos y solidarios empeños. Unida en la lucha contra los elementos adversos de la naturaleza se estaba levantando definitivamente, para siempre.
Era el tesón de sus habitantes, inmigrantes en su mayoría, el rasgo fundamental de esta sociedad de recién venidos. Ese tesón nunca faltó. Y los Bonetti, fueron eso tesoneros”.

EL ARTE QUE TRAJO EL RÍO*
Según señala Víctor Fernández, Director del Museo de Bellas Artes y Artistas Argentinos Benito Quinquela Martín: “Todos nuestros abordajes acerca del arte en La Boca han tomado como punto de partida los particularísimos rasgos de una comunidad que nació y se expandió acuñada por el vaivén de las aguas del Riachuelo, una suerte de caprichoso Dios, tan capaz de alumbrar sueños de progreso como de desatar tragedias.
Con toda probabilidad, las primeras expresiones artísticas del barrio fueron los mascarones de proa que poblaron el Riachuelo. Más tarde el vibrante paisaje portuario iba a ser tema de inspiración de artistas visuales, literatos y músicos.
El río trajo al arte. Luego el arte nos devolvería “otro” río”.

ANÓNIMO: El águila madera policromada.100 x 120 x 30 cms. Mediados de siglo XIX

HIJOS DEL TORMENTO
Américo Bonetti, permaneció quince años en el norte, recorriendo las Selvas de Chaco y Misiones.
Mucha de su obra fue destruida por él mismo antes de quitarse la vida. Falleció en Bernal un 6 de Octubre de 1931.
En tanto que Francisco Cafferata,  primer artista nativo de La Boca y realizador del primer monumento público hecho por un argentino, una escultura  del almirante Guillermo Brown. Dueño de obras de un virtuosismo poco frecuente, fue como Bonetti un apasionado.  Dueño de una personalidad misteriosa, tuvo el  mismo final que su colega Bonetti, un 28 de noviembre de 1890 se quita la vida en una casa de Adrogué,   su única obra inacabada fue su vida. Alguna frustración, decepción, alguna situación que denotó   una depresión profunda,  ambos no habrán podido soportar, viendo la niebla, y la oscuridad  como única salida al tormento que los agobiaba,   desaparecer de este plano existencial. Decisiones extremas, estrictamente personales, que no está en el afán de esta nota juzgar.

*Directora Periódico Conexión 2000- Conductora FM 90.7 Flores- Miembro adherente de la Junta Auténtica de Historia y Cultura de La Boca del Riachuelo