Saverio Curci, (25 años) estudiante alemán de la Universidad
de Munich, realizó una pasantía educativa entre agosto de 2010 y febrero de
2011 en una institucion barrial, y mediante una Carta de Lectores enviada a
Conexión 2000 cuenta su experiencia de 5 meses en el barrio de La Boca
Sra. Directora
Periodico Conexión 2000 de La Boca
Cuando llegué no conocía el barrio de La Boca pero no
necesité mucho tiempo para ubicarme. La calle Olavarría que tomaba todos los días
para ir al trabajo me parece llena de vida con sus tiendas y su gente me
conoció a través de mi actividad en la Asociación El Trapito.
En la primera etapa en El Trapito conocí como está
organizado el equipo técnico, el espacio físico, los días y horas de
funcionamiento de la Institución y el trabajo que se realiza. Después ya podía
asistir a entrevistas y empezar a conocer más las problemáticas en las cuales
se encuentra la gente del barrio que
viene para ser asesorada, ayudada y
atendida por los diferentes integrantes. Además tuve la oportunidad de ayudar
en la preparación y concurrir a algunos
talleres con los chicos donde se hablan y se conocen sus sentimientos y se
vivencian con juegos de rol sus
conflictos.
Pude participar en la columna semanal que tiene en Radio
Grafica Marisa, la coordinadora de El Trapito, y me escucharon incluso desde
Alemania mis parientes.
Realizamos con mis compañeras de pasantía un taller de
tarjetas navideñas y pudimos relatarles a los niños nuestras tradiciones y canciones
europeas y ellos nos contaron como pasarían esas fiestas. Nos sentimos nostálgicos pero contentos de
esa experiencia dándonos la posibilidad
de conocer mejor a los niños y adolescentes del barrio y estar en contacto
directo con ellos.
Con la entrega de citaciones en los domicilios, pero también
mientras acompañaba a la trabajadora social
a realizar socio-ambientales , pude conocer una realidad que está lejos
de Caminito y la parte turística.
Lo que me llevo como imágenes después cinco meses en El
Trapito y La Boca es
que son un barrio muy colorido con gente que muestra mucha solidaridad
entre ellos, extrovertidos y con gran diversidad de culturas.
Trabajar en La Boca me hizo aprender que hay muchos
problemas y que por eso es muy importante de que haya instituciones como El
Trapito que trabaja con un equipo interdisciplinario de trabajadoras sociales,
psicólogos y abogados totalmente voluntarios que se encargan de esos problemas
y que quieren mejorar la situación del barrio y su gente.
Hablando de las viviendas por ejemplo hay que decir que
nadie puede tener una oportunidad de realizarse si vive en viviendas
marginales. Por eso lo que hace falta en La Boca son viviendas populares para
gente con pocos recursos, ayudar a los adolescentes para poder conseguir una
buena formación y con eso una mejor oportunidad de conseguir un trabajo y parar la deserción de la escuela secundaria
para que tengan un proyecto de vida lejos de las drogas y la violencia.
Espero que El Trapito en el futuro siga con su trabajo
importante. Yo por mi parte les agradezco mucho a todo El Trapito por todo lo que hicieron por mi,
por la manera amable con la cual me trataron y la experiencia que obtuve.
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