lunes, 27 de febrero de 2012

JULIETA LANTERI

Nota publicada en la edición del mes de Diciembre 2011 Periódico Conexión 2000 Arte y Cultura


Mis actos son una afirmación de mi conciencia que me dice que cumplo con mi deber” Julieta Lanteri.

Julia Magdalena Angela Lanteri, así era su verdadero nombre, nació el 22 de marzo de 1873 en un pueblo llamado Cuneo en el norte de Italia. Sus padres, Matea Guidi y Antonio Lanteri se trasladaron a la Argentina en 1879. Residieron unos pocos años en la Ciudad de Buenos Aires y luego se instalaron en La Plata.
A los trece años ingresó al Colegio Nacional de La Plata y en 1896 fue aceptada para estudiar en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.
Luego de arduos años de estudio y de vencer prejuicios propios de un ambiente universitario poco acostumbrado a la presencia de mujeres en las aulas, obtuvo su diploma de Doctora en Medicina y Cirugía en 1907. Así se convierte en la sexta médica recibida en Argentina y, junto con la primera, la Dra. Cecilia Grierson, funda la Asociación Universitaria Argentina.

Integró en 1906 el Centro Feminista del Congreso Internacional del Libre Pensamiento que se hizo en la Ciudad de Buenos Aires, junto a Alicia Moreau de Justo, Sara Justo y Elvira Rawson de Dellepiane, entre otras, para reclamar por los derechos cívicos femeninos en la Argentina.
Se casó a los 36 años con un hombre menor que ella nacido en Estados Unidos, Alberto Renshaw, aunque su matrimonio duró muy poco tiempo, precisamente por la pasión puesta por Julieta a sus causas de lucha publica.
Debió nacionalizarse en 1911 para poder ocupar un cargo docente en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, y con ello logró fugazmente empadronarse y votar en las elecciones de concejales en 1911.
En abril de 1919 fundó el Partido Feminista Nacional, convencida de que la ley prohibía el voto de las mujeres pero no les impedía postularse a cargos electivos. Fue candidata a Diputada Nacional y a Concejal por la Ciudad de Buenos Aires en diversas oportunidades, haciendo su mejor elección en 1920 con el voto de 1730 hombres y obteniendo solo 204 en 1928. 
El mismo 7 de marzo de 1920, fecha en que los hombres votaban para elegir Diputados Nacionales, distintas organizaciones como la Unión Feminista Nacional y el Comité Pro Sufragio Femenino organizaron un simulacro de votación para mujeres en distintos puntos de la Ciudad. Se postulan como candidatas en el simulacro Alicia Moreau de Justo por el Partido Socialista, Elvira Rawson de Dellepiane por un sector de la Unión Cívica Radical y Julieta Lanteri por el Partido Feminista Nacional, quien en principio había rechazado la idea del ensayo. Votaron cerca de 4000 mujeres y obtuvo la mayor cantidad de sufragios Alicia Moreau de Justo, seguida por Julieta Lanteri.
La Dra. Lanteri solventó sus campañas electorales con ahorros propios y la venta de sus bienes, hasta quedar casi en la ruina.  Luego del Golpe de Estado de 1930 se recluyó a sus tareas profesionales, y comenzó a reorganizar su Partido a fines de 1931. En sus últimos meses de vida, había dado una conferencia en la Facultad de Derecho de La Plata preocupada por el creciente autoritarismo en Sudamérica, motivo que la llevó a entrevistarse con el ex Presidente Marcelo Torcuato de Alvear. 
El 23 de febrero de 1932 Julieta Lanteri fue atropellada por un automóvil que circulaba marcha atrás en la esquina de Diagonal Norte y Suipacha. Sufrió una severa lesión en el cráneo que le produjo la murete el 25 de febrero. Fue despedida en una nutrida ceremonia en el cementerio de la Chacarita. Tenia 59 años de edad.
Los periódicos hablaron poco del accidente y se dedicaron a exaltar su trayectoria. El Diario, el medio grçafico que más había ridiculizado su lucha señaló: “Cuando el feminismo argentino, hoy despierto y de pie, ocupe el lugar que le corresponde en la discusión y manejo de los intereses públicos, el recuerdo de la Doctora Lanteri se irá agrandando en el agradecimiento de las mujeres hasta adquirir la estatura de precursora que legítimamente le corresponde”.
Solo la Revista Caras y Caretas publicó una nota de la periodista Adelia Di Carlo insinuando la hipótesis de un atentado. Para la escritora Ana María de Mena se trató de un crimen político. Señala en su libro que el conductor del vehículo que se dio a la fuga era David Klapenbach, integrante de la Liga Patriótica, una organización de ultra derecha que se dedicaba a amedrentar y romper huelgas. Asimismo, la investigadora Araceli Bellota relata que la pagina del sumario policial donde se describe el accidente resulta ilegible, como si se le hubiera derramado un vaso de agua sobre la escritura, cuando el resto de las actuaciones son perfectamente legibles.
Nunca se investigó el hecho, y mucho menos al conductor del vehículo, coincidente con una etapa de la Argentina  signada con persecuciones políticas y fraude electoral.



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